En América latina, la música y danza constituyen una de las formas de expresión mas profundas del mestizaje cultural que caracteriza a sus habitantes. Los colombianos nos ganamos el primer puesto por ser los mas alegres del planeta y nuestro folclor es una muestra viva de ello.
Nuestras mujeres, dulces como la panela, bellas como las flores exóticas de nuestra patria gozan además de respeto por su inteligencia, talento y gracia. Son ellas las agasajadas en la danza, los caballeros por lo tanto cumplen la función de galantearlas por medio de sus movimientos acompasados y evidentes de seducción.
De ahí surge la motivación por dar continuidad al fortalecimiento de las expresiones culturales que nos caracterizan como colombianos, por eso el grupo de danzas AMCA constituido por:
JULIE PAULINA BAEZ GÓMEZ
NATALIA MORENO ZULETA
JUAN CARLOS WOODBINE
JOHN SOLANO CAÑÓN
ANA BASCARAN RODRIGUEZ
MICAELA OSPINO JIMENEZ
SANDRA HERNANDEZ SORIANO
NAYLA ESPINOSA GARCIA
ANDRES FELIPE CELY GONSÁLEZ
HUGO FERNANDO JIMENEZ ROMERO
YVONNE DORELLY QUINCHE PUENTES
SANDRA PATRICIA HERNANDEZ CORTÉS
ESPERANZA ORTIZ IBAÑEZ
CARLOS MURIEL
Ha elegido una muestra de cuatro expresiones de nuestro folclor, para llevar a estas tierras sureñas, Sanjuanero , Bullerengue, Gaita y la Tambora.
A continuacion se describen los bailes que presentamos:
EL SAN JUANERO HUILENSE
Creado como expresión coreográfica del Bambuco, característico del Huila a principios de la década de los sesenta en el siglo XX; Genial aporte al acervo melódico nacional del compositor huilense Anselmo Durán plazas. Es un baile romántico, aéreo, cargado de emociones, con una escenificación del proceso de conquista de un enamorado galante, a una hermosa y respetada dama.
Su vestuario está lleno de colorido, brillantes, lentejuelas, en su falda está representada la flora regional a través de follajes en alto relieve, como es tradicional el sombrero del hombre era de iraca blanca, tafilete de cuero y cinta tejida en el mismo material, y los colores más usuales de su camisa son el blanco, y el crudo, con una limpieza impecable. El pañuelo raboegallo va finamente atado a la nuca mediante un anillo de oro otorgada por la dama a conquistar, es pieza importante de este baile por servir de juego para la coquetería.
Por todo esto y mucho más convierten al San juanero en el protagonista del Festival y Reinando Nacional del Bambuco celebrado en Neiva.
La coreografía que se mostrará a continuación es una adaptación original de doña Inés García de Durán, representada por los integrantes del grupo de Danzas Puerta del Sol de Bogotá y del grupo de Danzas Folklóricas de AMCA en Buenos Aires.
LA GAITA
Ritmo derivado de la cumbia, empleado exclusivamente para el baile. Se identifica por su carácter rítmico, sin canto ni melodía definida, su compás es lento y pausado. En su ejecución se usa el mismo instrumental de la tonada patrón del litoral Caribe, también se le conoce como Porro “palitiao” el cual es una modalidad rítmica de la cumbia. Su nombre puede tener varias explicaciones, para alguno se deriva del “porrazo” o golpe de porra que se da en la ejecución musical al tambor llamado bombo o tambora.
Cuando en los primeros moradores de la costa atlántica la alegría se hizo fiestas, no había con qué amenizarlas. Eran los días en que empezaban a confundirse las expresiones culturales de los esclavos traídos del África, de los europeos llegados a América y de los nativos de estas tierras. Carecían de instrumentos para producir música pero debían ahuyentar la fatiga, las penalidades y el terror de la muerte. Entonces hicieron flautas y gaitas con las cañas que crecen en los pantanos, tambores con troncos de árboles y cueros de animales, y les sacaron música a los primitivos instrumentos con las remembranzas de estos primigenios grupos de habitantes. La gaita corresponde a una de las modalidades del porro el cual es completamente lento. Su nombre lo determina el que, en su interpretación y cuando el bombo hace una pausa en los estribillos, se golpea en el aro del bombo con dos palitos que llevan el ritmo a manera de cencerro, la danza representa el ritual de la siembra y se destaca el trabajo familiar en el campo.
EL BULLERENGUE
Procedente de las islas de Barú y Cartagena. Este es un toque de tambora, llamador, tambor mayor, bombo y en caso muy especial pechiche, por tratarse de un ritmo de fondo ritual, pues se relaciona con la ceremonia de la iniciación de las jóvenes negras al llegar a la pubertad.
Los negros africanos por su condición de esclavos no podían practicar libremente sus danzas, casi siempre lo hacían a escondidas y en horas de la noche. Al crearse los palenques su condición cambió un poco, aprovechaban para danzar y cantar; entre sus ritmos estaba el Bullerengue, las mujeres especialmente urbanas que ocasionalmente con la celebración se encontraban embarazadas y no podían disfrutar plenamente del jolgorio colectivo, idearon una forma discreta de participación que consistía en realizar en los patios o en las vecindades de sus casas, una danza grave y reposada, con movimientos de los brazos por abajo y en evoluciones circulares, o de vaivén tomándose del ruedo de la falda o batiendo palmas, se suceden varias figuras, usando las faldas que simbolizan la ofrenda de la fertilidad, avanzan y retroceden, se ensalzan por los hombres, abren y cierran las faldas en alto; se cubren el rostro, hacen un corro cerrado en un punto, se frotan el vientre, flexionan la cabeza a un lado y al otro en aptitud ceremonial y finalmente regresan a la fila inicial, repitiendo el palmoteo con los cuales acompañan los pases para la salida.
El acompañamiento de voces se cumple con el palmoteo, con el diálogo entre la primera y un coro formado por los restantes. El ritmo es bien marcado y su paso básico es similar al de la cumbia, en posición erguida, sus movimientos son suaves y armónicos, frotan con mucha frecuencia su vientre y esto para ellos tiene un significado profundo, pies las mujeres se están preparando para la fecundación Su atuendo se identifica también con los grandes camisones de maternidad y la cintura abombada como el traje típico del Bullerengue actual., el vestido es de color blanco el cual representa la fertilidad y la pureza y le comunica a esta danza un contenido plástico muy particular, siendo considerada como una de las más bellas de todo nuestro acopio folclórico.
LA TAMBORA
En esencia es la mayor expresión cultural del hombre del sur de Bolívar, y con este nombre se identifican muchas cosas: la música, el instrumento, el conjunto musical, la danza, uno de sus ritmos, así como un sinónimo de fiesta popular en las cercanías de la Ciénaga de la Zapatosa y en muchos lugares de cultura anfibia.
Es una Danza cadenciosa y sensual, donde los pies no se levantan del suelo, donde las caderas van serenas sin movimientos exagerados. En este rasca-pié de la Danza, el parejo invita y persigue a la mujer, mientras ella lo esquiva. Ella coquetea pero huye a la galantería del parejo; solo permite el mayor acercamiento en una parte de la Tambora que llaman "El Gosao", donde se acelera el ritmo de la canción y se repican los cueros de la Tambora. La pareja realiza en su Danza las actividades que el Cantador en sus versos va narrando hechos y coplas. Es un duelo de gracia y malicia donde la mujer siempre gana y el hombre inexorablemente pierde. Otra característica de la tambora radica en el hecho que los participantes ejecutan lo que la tambora menciona, formando una relación entre los bailarines y el conjunto musical.
Organológicamente el Conjunto Tambora, está integrado por la Tambora o bombo, un currulao o tambor alegre, una cantadora solista, coro mixto que la acompaña con palmas o tablitas (gallitos) y modernamente los ideófonos, maracas y guache. Rítmicamente comprende varios sones entre los que se destacan la tambora, el berroche, la guacherna y el pajarito o chandé.
Los bailes de tambora son ritmos que narran el acontecer cotidiano del hombre del río rodeado por la naturaleza. Este baile “cantao” se convierte en un ritmo que identifica y aglutina los pueblos, veredas y rancherías de este vasto territorio. Las voces que ejecutan los cantos son varias y hay una que entona y marca las entradas del baile. La tambora es un canto responsorial donde la voz prima lelea y canta el verso principal de la tonada, muchas veces a capella, entrando a contestar enseguida el coro y el conjunto musical; estos verso iniciales le dan el nombre el la tambora que se interpreta.
El hombre lleva camisa de colores de manga larga, pantalón, pañuelo al cuello, sombrero y va descalzo. La mujer usa falda y blusa de colores, pañuelo al cuello y flor roja en la cabeza. La tambora, además de ser el nombre de la música y la danza más representativas de algunos pueblos ribereños de la depresión momposina, es el nombre de uno de los muchos ritmos que acompañan los cantos, hace parte de la historia de valerosos indígenas chimilas y malibúes, de blancos conquistadores y aventureros, y de negros bogas y cimarrones, todos ellos quienes poblaron durante muchos años las riberas del río Magdalena a lo largo y ancho de la región de Loba. Ella es testimonio del presente y pasado de Colombia
viernes, 28 de agosto de 2009
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