Llegamos al momento de la verdad. Al día donde se culminan los ensayos y se hace la puesta en escena. Este es el instante culminante, donde desarrollamos ante los espectadores todo cuanto preparamos inicialmente.
Es el deseo de todo artista, desplegar su arte, su desempeño… es el momento también donde se nutre, retroalimentándose con un público ávido del espectáculo.El primer baile que presentamos, fue el bullerengue. Tuvimos algunos errores de sincronización, pero teniendo en cuenta el poco tiempo de ensayo previo, la exhibición fue del agrado de los presentes.La segunda representación, fue la reina, la cumbia. Casi siempre sucede en los eventos, que surgen imprevistos azarosos. En este caso, uno de los parejos no concurrió y hubo un poco de pánico inicial, pero luego de una breve reflexión sobre el asunto, montamos el baile de cumbia con una sola pareja, MICAELA Y FELIPE, cuando en la realidad debían salir dos. Sobre la marcha concebimos rápidamente nuevas figuras y ajustamos la coreografía, consiguiendo finalmente el acabado de una danza impecable. Es importante en estos casos, mantener la serenidad, que ayuda a sortear las situaciones fortuitas. La tercera danza fue la de la tambora, la cual realizaron NAYLA Y FELIPE, quienes remataron con la danza del TORITO, las cuales ellos manejaron con maestría admirable.Este, nuestro debut, fue la finalización de todo un esfuerzo en congregarnos repetidamente los sábados, abandonando la comodidad del hogar, muchas veces sorteando las inclemencias del tiempo, para conseguir un acabado final del agrado del auditorio, que es al fin de cuentas nuestro objetivo. Afortunadamente las dificultades técnicas del sonido también fueron solucionadas. Pero la enseñanza que nos dejan estos eventos azarosos, es a ser más prolijos en la afinación de los detalles, que pueden en un momento dado, empañar toda la labor que hemos puesto en llegar al momento decisivo de la ceremonia: LA MUESTRA, EL SHOW.
Es el deseo de todo artista, desplegar su arte, su desempeño… es el momento también donde se nutre, retroalimentándose con un público ávido del espectáculo.El primer baile que presentamos, fue el bullerengue. Tuvimos algunos errores de sincronización, pero teniendo en cuenta el poco tiempo de ensayo previo, la exhibición fue del agrado de los presentes.La segunda representación, fue la reina, la cumbia. Casi siempre sucede en los eventos, que surgen imprevistos azarosos. En este caso, uno de los parejos no concurrió y hubo un poco de pánico inicial, pero luego de una breve reflexión sobre el asunto, montamos el baile de cumbia con una sola pareja, MICAELA Y FELIPE, cuando en la realidad debían salir dos. Sobre la marcha concebimos rápidamente nuevas figuras y ajustamos la coreografía, consiguiendo finalmente el acabado de una danza impecable. Es importante en estos casos, mantener la serenidad, que ayuda a sortear las situaciones fortuitas. La tercera danza fue la de la tambora, la cual realizaron NAYLA Y FELIPE, quienes remataron con la danza del TORITO, las cuales ellos manejaron con maestría admirable.Este, nuestro debut, fue la finalización de todo un esfuerzo en congregarnos repetidamente los sábados, abandonando la comodidad del hogar, muchas veces sorteando las inclemencias del tiempo, para conseguir un acabado final del agrado del auditorio, que es al fin de cuentas nuestro objetivo. Afortunadamente las dificultades técnicas del sonido también fueron solucionadas. Pero la enseñanza que nos dejan estos eventos azarosos, es a ser más prolijos en la afinación de los detalles, que pueden en un momento dado, empañar toda la labor que hemos puesto en llegar al momento decisivo de la ceremonia: LA MUESTRA, EL SHOW.
Nayla y Felipe
Micaela, Judy y Sandra

No hay comentarios:
Publicar un comentario